El agua es esencial para la vida y, sin embargo, es escasa para millones de personas en todo el mundo. Muchos millones de niños mueren a diario por enfermedades transmitidas por el agua y la sequía azota periódicamente algunos de los países más pobres del planeta.El mundo debe dar respuestas mucho mejores.
Hemos de aprovechar
mejor el agua, especialmente en la agricultura. Hay que liberar a las mujeres y las niñas de la
tarea diaria de ir a buscar agua, a menudo muy lejos, y hacerles participar en la adopción de decisiones sobre su ordenación. Debemos
dar una importancia prioritaria al saneamiento, aspecto en el que el progreso va más a la zaga. Además, hemos de demostrar que los recursos hídricos no deben ser fuente de conflicto, sino un elemento catalizador para la cooperación.
Ana María Mtz. de L
Fuente: Ciudad Redonda
No hay comentarios:
Publicar un comentario