La espera es ya una fiesta No conocemos bien al que viene, al que esperamos, pero sabemo
s lo suficiente como para que la espera se nos convierta ya en un anticipo de la fiesta definitiva. No somos como el estudiante que espera antes de entrar en el examen ni como el reo que aguarda a que el tribunal dicte su condena sino como el novio que espera ansioso el momento de encontrarse con la novia. Porque el que viene es la luz. Lo nuestro es allanar el camino a la luz, remover obstáculos, eliminar las zonas de sombra, que impiden que la luz de la vida llegue a todos los rincones de nuestra sociedad y de nuestra vida. Para que todos los que viven en la oscuridad, por las razones que sean, sientan la calidez del sol que ilumina para siempre.
s lo suficiente como para que la espera se nos convierta ya en un anticipo de la fiesta definitiva. No somos como el estudiante que espera antes de entrar en el examen ni como el reo que aguarda a que el tribunal dicte su condena sino como el novio que espera ansioso el momento de encontrarse con la novia. Porque el que viene es la luz. Lo nuestro es allanar el camino a la luz, remover obstáculos, eliminar las zonas de sombra, que impiden que la luz de la vida llegue a todos los rincones de nuestra sociedad y de nuestra vida. Para que todos los que viven en la oscuridad, por las razones que sean, sientan la calidez del sol que ilumina para siempre. Fuente: Ciudad Redonda
Ana María
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