Hermana Elvira pasó a la Presencia del Padre

En el año en que estamos celebrando el Nacimiento de
M. Dolores, H. Elvira nace a la Vida Eterna y se reúne con ella en el Cielo, el día 2 de agosto, el viernes por la tarde.

 

El día 4, el domingo por la mañana, en la Casa Madre, Hermanas, familiares y amigos nos reunimos en torno al Altar del Señor para darle gracias por su vida y celebrar su paso a la otra, la definitiva, la Vida con mayúscula, la que no tiene fin y en la que ella vivirá eternamente con  Dios su Padre.

El encuentro con el Padre ha sido el anhelo de Elvira en el horizonte de su vida, sirviendo con todas sus fuerzas a los necesitados que El puso en su camino.
H.  Elvira nació en Madrid el 9 de Septiembre de 1929. Fue bautizada en la parroquia de Ntra. Señora del Pilar  el 6 de Octubre del mismo año.
Sus padres se llamaban Manuel y Ángeles y era una de las más pequeñas de once hermanos.
Vivió con su familia en  Madrid, asistió a un colegio de religiosas, donde probablemente se gestó su vocación.
En sus deseos de entregarse a Dios totalmente, en el servicio a los hermanos y desde su sensibilidad hacia la igualdad y la justicia, fue llamada a nuestra Congregación a la que conoció  en Málaga, participando en colonias de verano a las que les invitaba la empresa Bresel en la que trabajaba.

Ingresó el año 1956 y profesó en el 58, hizo sus Votos perpetuos en 1964.
Los primeros años de su vida en la Congregación los pasó entre las comunidades de Los Molinos, Casa Madre y Sabadell.
En el año 1972, fue destinada a Guerendiaín, Navarra, donde permaneció hasta que el 87, Del 87 al 92 estuvo en Alicante y del 92 al 2002 en Los Molinos, Madrid. En el 2002 fue destinada a Huelva donde ha permanecido hasta el final de su vida.
Desempeñó cargos de Superiora en distintas comunidades y también de administradora.
Ha vivido con un gran sentido de pertenencia a la Congregación, con una entrega total a los que la necesitaban, hermanas de las comunidades y destinatarios de sus actividades apostólicas: Niños, mujeres jóvenes con problemas,  familias, enfermos…

Su carácter  abierto y agradable le proporcionó múltiples y duraderas amistades entre las hermanas y personas con las que trató.

La recordaremos por su Vida de Entrega en servicio, sin reservas, su sencillez, su vida sin doblez y su gran simpatía.
                                                       Descanse en Paz