Con danzas y descalzas tenemos que ir entrando a este tiempo de bendición como este pedacito de pueblo mexicano.
Con mucho gusto misioneras las saludamos desde estas tierras calientes del Norte de México, la Reynosa querida, para saludarles y darles la bienvenida a toooodas.
Mucho ánimo para este tiempo de gracia para la congregación.
!El Espíritu Santo está con nosotros! A unas les ha tocado participar directamente, a otras desde esta otra misión, les acompañamos con nuestra sencilla oración. Apenas es el comienzo, y el Señor desea que sigamos mostrando su rostro misericordia a todos los hombres y mujeres que nos encontremos en el camino.
Sigamos abriendo caminos. Un fuerte abrazo para todas.
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