Con esta fuerza bajaban las quebradas llevándose todo lo que encontraban a su paso, casas, personas, campos, pueblo, cultivos. Varios aluviones debido a un frente frío en altura que produjo unas tormentas eléctricas y lluvia muy intensa caída en estos terrenos áridos.
Así quedaron los caminos, enterrados por los cerros y aluviones, hay lugares como de tres km de cerros en la carretera hacía el Tránsito, lugar de nuestra presencia misionera.
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| Solo hemos podido llegar hasta Alto del Carmen, no hay conectividad hacia arriba, solo máquinas trabajando, dos helicopteros que llevan agua, pañales, medicinas o traen enfermos. Estamos atentas y esperando o haciendo guardia en el Alto del Carmen para poder comenzar a visitar a la gente el los albergues que se han habilitado en las escuelas de los pueblos más grandes o en cedes comunales y llevarles con nuestra presencia y solidaridad la cercanía del Dios Amor que celebramos en esta Semana Santa. |
Impactados ante la gran magnitud del desastre hidrometereológico que afecta al norte de nuestro país, el equipo diocesano de Copiapó, encabezado por Mons. Celestino Aós, se encuentra en terreno acudiendo en ayuda de los sectores más apartados. Desde ahí lanzan un llamado a la solidaridad.
Viernes 27 de Marzo del 2015
Profundamente conmovidos por la tragedia que afecta a la comunidad, el equipo de la diócesis de Copiapó partió rumbo al interior del valle para asistir y acompañar a las familias que permanecen aisladas.
“Me estoy quedando con un Copiapó lleno de barro y agua. Con muertos, heridos, desaparecidos y poblaciones que llevan dos días con hambre. Ahora empieza la tarea de ayudar. Estamos tratando de llegar a Chañaral, que fue barrida y Diego de Almagro donde al parecer desapareció la mitad del pueblo. Vamos a ver qué podemos encontrar, qué podemos hacer. En ese sentido llamo a la comunidad para que nos acompañan y colaboren, que sean solidarios. Las necesidades van a ser grandes van a ser muchas. Nuestra labor es ayudar a los más sufrientes, especialmente cuando nos acercamos a vivir la Semana Santa”, señaló Mons. Aós.
El encargado del departamento de Acción Social de Copiapó, Jorge Alfaro manifestó que: “Fue un daño muy grande, casas inundadas con agua y barro, muchas pérdidas que en esta ocasión afectó mayormente a la clase media. Ahora intentamos llegar hasta Diego de Almagro, sabemos que esa localidades encuentra prácticamente bajo el agua. El río arrasó y tememos que todo haya desaparecido. Eso a mí eso me descolocó voy con una gran incertidumbre y temor sobre la real magnitud del desastre. Es muy doloroso y a la vez estamos con todas las ganas de trabajar y ayudar a levantar a las comunidades. Por eso llamamos a apoyar y contribuir con nuestro propio pueblo ante el gran drama social que se nos viene”.
Otra de las preocupaciones urgentes, se relaciona con la emergencia sanitaria que está viviendo la zona, así lo relata la encargada de emergencias del obispado, Doris Pons: “Hay sectores que están cubiertos por aguas servidas, habían advertido de este peligro de alerta sanitaria y es algo que nos mantiene atentos. Es una tarea de largo aliento, por ahora, lo más preocupante es llegar a las localidades interiores que están afectadas y llevamos algunos suministros aportados por Caritas”.
La gran familia de Caritas permanece atenta, conectada y disponible en solidaridad, ante el desastre que afecta al norte de nuestro país. Seguimos trabajando en red y comunión, acompañando a las comunidades afectadas por esta nueva emergencia.
Siguiendo nuestras opciones de desarrollar redes efectivas y afectivas de acción solidaria y reducir el riesgo e impacto de las crisis humanitarias, los equipos de Caritas Chile se encuentran trabajando en red junto a las diócesis de Copiapó y Antofagasta identificando las necesidades más urgentes de las familias afectadas. En ese sentido, se trabaja en un pronto plan de respuesta a la situación que se vive en la zona.
